La falta de respeto de la gente
El martes pasado Villanos ttocó gratis en la Plaza Pereyra, en San Clemente. Cuando llegó Niko, arrancó el bien llamado show eléctrico. Pese a que estaba enfermo y tenía fiebre, tanto él como el resto de la banda pusieron su energía al máximo para que todo saliera de 10. Es más, cuando Niko ya no tenía voz, Mini seguía cantando y los temas se mantenían arriba.
Del lado de abajo todo iba bien, grupos de chicos y familias disfrutaban del espectáculo positivamente hasta que una versión en castellano de "I wanna be sedated", de los Ramones, armó el primer pogo. Los rockeritos más jóvenes saltaban y corrían de un lado a otro a matar (literalmente), incluso uno se subió al escenario y desde ahí saltó para que los demás lo atajaran.
Villanos siguió tocando temas suyos ("Chau corazón", "Claudia trampa", "Johny Botón", "Contacto" y otros) y el clima se mantuvo festivo. Cabe aclarar que en la plaza no había personal de seguridad. ¿Haría falta, en un ambiente familiar, en la costa y en un recital al aire libre? Lamentablemente, si. Ya no era uno el que se tiraba desde el escenario como si fuera un trampolín, sino más de diez. Diversión inocente, hasta que algunos empezaron a correr entre los músicos. Y si bien los plomos de la banda intentaron bajarlo, no daban a basto entre tantos chicos.
En medio de tanto libertinaje, para el resto del público que miraba desde abajo el show pasó a un segundo plano. En las caras de los músicos se notaba bastante el disgusto, hasta que dejaron de tocar y Niko, casi afónico dijo: "Todo bien si quieren subirse y tirarse, pero tengan cuidado porque nos van a romper un equipo". Pero nadie hizo caso.
Luego de unos temas más, el recital se detuvo nuevamente: le habían robado una botella de licor a Niko, que estaba tomando para su voz. En unos largos minutos y después del pedido de la banda, la botella apareció. Durante el resto del show, los chicos de entre 10 y 15 años siguieron subiéndose al escenario, agarrando el micrófono y hasta cantando temas con ellos, cuando ya resignados los dejaron.
¿Por qué la banda que con todo su esfuerzo sale a tocar gratis tiene que correr el riesgo de que le rompan algo y encima le roben? ¿Por qué en vez de disfrutar como corresponde un show gratuito no se le da valor? ¿Por qué el público tuvo que ver hasta más de 20 chicos tapando a los músicos? ¿Por qué no hubo personal de seguridad que los sacara? O mejor dicho, ¿por qué es necesario que haya seguridad en este tipo de recitales?
Por suerte, en esta oportunidad no pasó nada grave y el show terminó bien, es más, Villanos tocó excelente. Lástima la falta de respeto del público hacia los verdaderos protagonistas de la noche.