400 carnavales yakuzeros
Pampa Yakuza festejó sus 400 shows en vivo con un recital movido, íntimo y con mucho fuego interno tanto de la banda como la gente que los acompañó un miércoles lluvioso.
Pasadas las 22:30 la ansiedad se empezaba a notar en el público que se acercó hasta Niceto para vivir una fiesta unica y (obviamente) irrepetible: los 400 shows en vivo de Pampa Yakuza.
¿El comienzo? Las entradas de todos los recitales empezaron a "caer" en la pantalla que estaba detrás del escenario y la banda comenzó a "amagar": empezaban con los primeros acordes de los temas pero luego los cortaban y seguían con otro. Así fue hasta que cayó sobre la pantalla la última entrada y Hernán apareció en escena con "Tóxico, próximo", para hacer estallar a todos los presentes.
El comienzo fue emotivo por las palabras de agradecimiento que bajaron del escenario y el calor que le devolvió la gente en un show bastante íntimo por las características de Niceto.
En la primer parte del show se pudieron escuchar "Desde el umbral", "El sol de los pobres" y "La mañana del mañana", entre los más movidos y en los que el público bailó, saltó y cantó con más fuerza.
En la mitad del show llegó el segmento "electro-acústico", y un momento único: Lucho con tres invitados hizo un cuarteto de charangos para hacer "Dichos" y luego seguir con "Brillante Sol".
Pampa siguió la fiesta con una versión inédita de "Gloria al Diez" y además homenajeó a Pappo con una versión (muy propia de los Yakuza) de "Sucio y Desprolijo".
El final no estaba muy lejos, pero la fiesta no quería llegar a su fin: "Mundos matungos", "Tirando", "Dónde amarrará la historia?", "Tres minitas" y "Hagamos uno" le pusieron más calor a lo que quedaba del show.
Sin dudas, Pampa poco a poco crece sin parar y muestra en cada recital esas ganas de seguir arriba del escenario: "Yo estoy acá hace 400 carnavales y voy por 400 más" dijo Hernán antes del tramo final.
El final fue el esperado: "De vuelta", "Juntos" y "Carnaval para tu desconsuelo", cerraron un verdadero carnaval que tuvo un público que se bancó el viaje, la lluvia y el pesado día laboral para acompañar a Pampa Yakuza en un recital irrepetible.
