27.6.06

Los Gardelitos camino a la masividad

Luego de llenar All Boys, la banda de Bajo Flores se presentó por primera vez en Obras con tres shows que demostraron sus variantes arriba del escenario y la comunión con el público, que cada vez es más.

Siempre sembraron el perfil bajo, sin publicidades ni grandes apariciones en los medios, el grupo, en ese entonces liderado por Korneta Suárez, se movía por el ambiente del under y cada vez cosechaba más seguidores. Sin embargo, les faltaba dar el salto.

Este año parece ser el del despegue, ya conformados como trío, Eli, Martín y Horacio Alé decidieron darse a conocer a otro público, comenzaron a tocar en festivales masivos, y esa difusión, los llevó a lograr hitos que antes no había conseguido la banda: llenar un estadio por sí solos y llegar a Obras.

El mítico lugar de Avenida Del Libertador los recibió este fin de semana, y allí, brindaron tres shows que aprovecharon para grabar el primer disco en vivo con su nueva formación.

Los telones fueron todo una marca registrada durante la noche, un infierno casi tan encantador como el de Los Redondos tapaba el escenario. Al abrirse, los ángeles y el cielo le daban un fondo ideal a una orquesta. Sí, como esas de los teatros. Mientras tanto, Los Gardelitos tocaban una melodía arrabalera que bailaba una pareja de tango moderna. Con el fin de la introducción, la oscuridad se apoderó del lugar y los monoblock (algo tan característico de ellos) reemplazaron a los músicos clásicos.

El tema inicial fue “Anabel”, seguido por “Los chicos de la Esquina” y “Amando mi guitarra”. Así fueron pasando canciones a puro rocanroll, que llegaron a su punto de frensí con “América del Sur”.

Promediando el recital, el ex ricotero Willy Crook irrumpió con su saxo en el escenario y los acompañó en “Ciudad descalza”, “Y todavía quieren más” y “El Reloj”.

Los últimos diez temas no tuvieron desperdicio, melodías agitadas que generaban la locura en la gente, que cada día está más identificada. “Nadie cree en mi canción”, “Monoblock”, “Volveré en tus ojos”, “Comandante Marcos” y Cobarde para amar”, fueron algunas de ellas.

El final fue un clásico: “Los Queriandíes” (lejos, una de las más festejadas), “El último hombre del bar” y la pegadiza “Gardeliando” cerraron un gran show.

Obviamente, nunca falto el momento para recordar al mentor de este nuevo fenómeno en expansión. Korneta, como siempre dicen ellos, los guía desde el cielo, y parece que tiene la fórmula para hacerlos triunfar.

Matías