1.7.07

La Covacha, un sueño con color

Por el mismo camino, la banda liderada por la voz de Salvador Tiranti volvió a Capital Federal para brindar una nueva fiesta ante más de 800 personas.



En menos de dos horas, La Covacha completó un recital que dejó sin respiro a todos los fanáticos. Con muy pocas pausas, anoche sonaron 23 temas en El Teatro de Flores.

El show covachero empezó con “La ironía más buscada”, “Cuando tu no estás”, “Corre, corre” y “La venda”, cuatro canciones que sonaron una tras otra sin parar. Un inicio que hizo delirar a todos y vaticinó que la fiesta no iba a defraudar.

¿Y cómo se puede defraudar a un público fiel y rockero si como teloneros tocan Los Gardelitos? Sí, para sorpresa de todos, a la hora que generalmente empiezan los shows de las bandas protagonistas (a las 21 aproximadamente), al escenario ubicado sobre Avenida Rivadavia se subió Eli, Martín y Horacio, como agradecimiento a La Covacha por haberlos teloneado en Ferro hace un mes. “No puedo parar mi moto”, “Los querandíes”, “La Calle es un espejo” y “Libertad condicionada” fueron los temas elegidos para la grata sorpresa.

¿Y cómo no va a ser una fiesta un show en donde los seguidores se sienten los protagonistas? Luego de 14 canciones, en las que se destacaron “Ni pa’ la suerte” y “Sacudirán”, llegó la hora de que los músicos disfruten cara a cara del show que brinda el público desde abajo del escenario. Es así, como con mucha percusión en un primer plano, Salva, Licho, Seba y Hernán le pusieron los ritmos al hit “Soy covachero”.



Además, hay que destacar un hecho que a más de uno seguramente le chocó, pero que hace reflexionar: el que no llevaba algo para donar no lo dejaban entrar, por lo que los supermercados de la zona aumentaron sus ventas considerablemente. Muchos protestaron, pero con unas monedas cada uno pudo sumar un granito de arena para una causa más que justificada, ayudar al Proyecto Chori Cultural de Villa Lugano.

La fiesta del corazón, como la dominó la banda, llegó a su fin a las 23.30. Los últimos temas que sonaron en la noche porteña fueron “Me juego la cabeza”, “…dale y dale”, “Desterrado del cielo”, “El sueño no tiene color” y “Apago la luz” –dedicado al aniversario de los dos años y medio de la tragedia de Cromañon-.

Por el mismo camino siempre, de mano en mano y de boca en boca, La Covacha crece en el under. Una banda que se floreó en su regreso a Capital sin importar los problemas de sonido. Si te perdiste esta fiesta no te preocupes, porque en Rosario y Florencio Varela van a haber otras.

Fotos: Soles Digital y El Acople