18.2.09

El Rock unido por Tar... ¿por tratar de entrar?

El recital a beneficio que brindarían León Gieco, Mancha de Rolando, Kapanga, Carajo, D-Mente, El Bordo y otras bandas fue suspendido debido a incidentes que se produjeron en la puerta del lugar por quienes no pudieron entrar. Es que la respuesta de la gente superó a la organización y El Teatro de Colegiales se llenó en muy poco tiempo.

Todo estaba planeado para que las puertas se habilitaran a las 17 y que 60 minutos más tarde se suba al escenario la primera banda, pero antes de las 16.30, el recinto había colmado su capacidad.


La gente comenzó a acumularse sobre la calle Federico Lacroze y mientras el tiempo pasaba, la violencia aumentaba también
. Escupidas, botellas y todo lo que estuviera al alcance de la mano volaba contra las puertas de El Teatro de Colegiales y contra quienes tuvieron que poner la cara para tratar de calmar a la gente.

Ante la insistencia de los que no pudieron entrar, se procedió a pedir las donaciones, pero obviamente, nadie obtuvo su entrada. Esto último hizo que muchos se enojen aún más, tanto como para unirse en una gran avalancha y hacer fuerza hasta entrar como fuese. Minutos más tarde, varias personas salieron desmayadas, llorando o sin aire. Evidentemente era imposible mantenerse adentro, pero cuando alguno salía, los empujones comenzaban otra vez.


La ira de quienes se quedaron sin ver a sus ídolos, a lo que le sumaron "haber dejado la donación sin recibir algo a cambio", los hizo permanecer en las puertas que dan a Federico Lacroze por más de 3 horas, haciendo cantos de protesta y cortando también la Avenida Álvarez Thomas.

Tras los incidentes, la Policía Federal intervino como pudo para poner orden, aunque la gente fue desconcentrándose por decisión propia.

También, hubo otros que simplemente aportaron lo suyo para ayudar a los damnificados en la ciudad salteña de Tartagal y al ver lo que pasaba fuera de El Teatro, se fueron pacíficamente. Al igual que los que iban saliendo del lugar tras no soportar el calor o al enterarse lo que pasaba en la calle a raíz de la suspención del show, que se comunicó alrededor de las 19.30.

Es claro que nadie predijo que más de 2.500 personas estarían dispuestas a colaborar y disfrutar de un recital a beneficio con bandas de gran peso en un recinto que apenas puede albergar unas mil con pocas monedas. Punto en contra para la organización, ya que al mezclar grupos de tanta convocatoria y de tan diversos estilos era obvio que iba a pasar lo que pasó.

Sin dudas, con una capacidad tan limitada para un evento que evidentemente necesitaba un lugar más grande, hubiese sido mejor recibir las donaciones los días previos y entregar entradas a cambio hasta tener todas agotadas.

Igualmente, el público también suma su punto en contra. El Festival era a beneficio de Tartagal, no a beneficio del gusto musical de cada uno. Lo lógico hubiese sido dejar las donaciones y marcharse pacíficamente tras haberse llenado la totalidad de la capacidad, inclusivemente insultando por lo bajo por el error de la organización. O, si tanto ansiaban entrar, esperar con tranquilidad que se produzca el recambio que siempre hay tras juntar tantas bandas de tan diversos estilos.

Según se rumoreó, el evento volverá a realizarse en un lugar con mayor capacidad en los próximos días. Esperemos que si hay una segunda oportunidad, todos la puedan aprovechar para disfrutar de ese rock tan deseado y solidario.