14.5.09

Entrevista con El Natty Combo

Reviví la entrevista de la Revista Solo Rock del País del mes de abril con Sergio Colombo, voz y saxo de El Natty Combo, que lanzó "En Llamas".



SINCERO Y DE CORAZÓN

“Sigo firme en mi camino porque creo en mi destino, no me van a parar, en este juego yo voy hasta el final…”. Un personaje que sabe y conoce mucho de reggae. Una banda que da gusto escuchar por lo bien que suena y lo sincera que es. En un bar de Flores, nos juntamos con Sergio Colombo, para charlar de “En llamas”, el último disco de El Natty Combo, y los planes a futuro.

- Disco nuevo en noviembre y ahora padre…
(Risas) Sí, la verdad que es fuerte. Con lo que respecta a la banda el año pasado fue glorioso, hicimos 56 shows y cosas que nunca habíamos hecho. Decidí dejar un poco de lado mis otras actividades, sea Dancing Mood, Ojos Locos o Callejeros, y dedicarme más de lleno a lo mío.

- Estuviste con Los Cafres y Mimi Maura, y estás con Dancing Mood… ¿Todo ese camino te ayudó para tomar las decisiones correctas en el momento justo?
Sí, tanto de Los Cafres como de Mimi y como de las bandas que estuve, aprendí mucho como para empezar con mi proyecto. La banda la hice para hacer lo que no podía en las otras, por diferentes cuestiones y por una realidad que cada uno lleva el barco como quiere. Éste es mi barco y también lo llevo como quiero. Me ayudó y aprendí muchísimo. Había cosas que no me gustaban, pero ahora siendo líder de una banda las entiendo.

- ¿Pensabas llegar tan lejos con El Natty Combo?
Siempre fue mi aspiración y aspiro a muchísimo más, aunque las metas siempre son cortitas para que sea más divertido y uno sienta el éxito un poco más rápido. Quiero llegar a hacer giras europeas, pero me lo propongo de acá a mucho tiempo. Por ahora, estoy contento con lo que logré.



- ¿Por qué en este último disco se te dio por cantar?
Siempre quise hacerlo y no me animaba. Venía metiendo de a un tema por disco, de a dos, el último tenía tres de once, y la gente me decía: “Loco vos tenés que cantar más”. Y como que se me dio. En Los Cafres hacía muchos coros, siempre me gustó, y dije: “Voy a hacer un disco todo cantado”. Pero lo más raro fue sentarme a componer, curtir eso, sentir el ejercicio de hacer temas, de “¿a ver qué tengo adentro mío?”, leer mucho, escuchar mucho, hasta prestar más atención en la vida cotidiana de las cosas que pasan. Es difícil encontrar la inspiración muchas veces.

- “Hasta el final” parece el tema que más te representa.
¿Viste? Porque me cansé mucho de la gente. El auge del reggae acarrea un montón de gente y bandas, de las cuales todas opinan pero no todas entienden el amor por el reggae, lo que es el vibrar con esta música, lo cual te lleva mucho tiempo aprender. El tema del amor a llorar cuando lográs que una base flote en un ensayo y que se te erice la piel. Ponerte a llorar literalmente, porque me ha pasado. Y se que la banda crece porque la gente entiende perfectamente eso, la energía y el sentimiento con la cual vibra. Siempre lo digo por la enseñanza que me dejó Rico Rodríguez (uno de los mejores trombonistas jamaiquinos) el día que toqué con él: estábamos ensayando y se me ocurrió preguntarle “¿qué onda, cómo me doy cuenta cuando voy al puente?”. El loco tenía 71 años y me contesta: “Esto es reggae, man, yo no te tengo que explicar cuando vamos al puente, si vos lográs unirte a la bola y sentirlo de corazón, te vas a dar cuenta solo”. Ahí entendí que es mágico, vos sentís que tus amigos te dan lo que querés y vos a ellos lo que esperan de vos, en el que todo es una energía muy zarpada. Eso es El Natty Combo, eso es lo que aspiro y quiero que nunca se corte.



“En llamas” se editó a fines del 2008 y cuenta con 12 temas –el último un cover de Alton Ellis, “Willow tree”- e invitados de lujo, como Alika y Maikel de Kapanga. Aunque dejaron de ser una banda netamente instrumental, la voz de Sergio mantiene perfectamente la armonía y suavidad de las melodías. Ya fue aprobado por los que lo escucharon y quienes disfrutaron las canciones en vivo, pero la prueba de fuego será el próximo 23 de mayo, cuando se presenten por primera vez en El Teatro de Colegiales.

- ¿Qué te genera tu nuevo rol de cantante?
Toda mi vida fui saxofonista, y me mandé muchas cagadas, pero aprendí mucho. Si bien yo hacía coros en Los Cafres, el ser frontman es muy diferente a todo lo que hice y es muy nuevo para mí. No se si viste a El Natty Combo cuando yo cantaba un tema hace tres años atrás, era una momia (risas), y de a poco me fui liberando, disfrutando y fui más feliz haciéndolo. Esto es un aprendizaje diario, me voy soltando por algo natural. Siempre fui muy crítico en lo que hice, por eso escribo muchísimas cosas, las tacho y las tiro. El aprendizaje es un ejercicio, también al componer. Lleva muchos años aprender y muchos años mejorar. Encarar un disco todo cantado, si bien fue algo mucho más trabajoso, al final lo pude lograr en 8 meses, y sigue siendo sincero, y creo que la gente se da cuenta. Esto marca “Hasta el final”, quiero explicar un poco que la música que hacemos sale del alma con sinceridad, sale del corazón.

- Dijiste ser autocrítico, ¿qué análisis hacés del disco?
Este disco tiene un sonido mucho más moderno y más new roots. Creo que hicimos un buen producto, muy buenas canciones. Grabamos los discos en vivo, como a la vieja crianza, y considero que así tienen que hacerse porque es la frescura y sinceridad de cómo suena la banda. A veces, uno siendo tan autocrítico sufre bastante, tengo miedo de pasar vergüenza y he dejado temas afuera. Antes de grabar, les hice escuchar temas a mis amigos y después cuando les traje el disco terminado me dijeron: “Loco, ¿cómo dejaste afuera ese tema si era una masa?”.

- ¿Pensás que las discográficas le hacen mal al reggae en su auge actual?
No se si las discográficas. Son las bandas en sí. Hay bandas que suenan re bien, pero no son reggae, como Los Pericos. El argentino se cree que eso es reggae, mueven la patita y se piensan eso. Eso no es reggae. La primera vez que escuché reggae en Argentina fue con “El Romano” de Los Cafres. Fue la primera línea de bajo que escuché que era un bajo de reggae jamaiquino. Eso es reggae para mí. Tanto a Los Cafres como Resistencia, Nonpa, Riddim o El Natty Combo, les costó mucho educar el oído de la gente, porque nos escuchaban y les aburría, porque no era una cosa popular y agitadora. Eso es lo que me da bronca. Por eso los pibes hoy sacan una banda y se piensan que hacer reggae es hacer “chaca chaca” (simulando tocar una guitarra de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba). El “chaca” para arriba no es del reggae, no lo hace nunca, porque el reggae siempre es para abajo. La magia del reggae pasa por el bajo y la batería, si no aguantan la parada, la máquina no va, el avión se va a quedar carreteando todo el tiempo, pero nunca se va a elevar.

Así llegábamos al final de la charla con Sergio, justo a la par que uno de sus alumnos venía con un saxo.

- Un mensaje para los lectores de la revista.
Escuchen mucha música que hace bien al corazón y sobre todo reggae, que es amor de verdad y que es salvación de verdad también.