5.8.07

Maratón pastillera: Día 2

Las Pastillas del Abuelo se plantearon un desafío: superar sus últimos tres Teatros. De más está preguntar si lo lograron, ya que tienen 5 funciones agotadas, confirmaron una más para el Sábado 11 y, en la segunda fiesta, El Teatro de Flores estaba lleno, desde abajo hasta los balcones de arriba. En síntesis, increíble.



La ansiedad por verlos y las ganas de tocar no se hicieron esperar mucho. Pasadas las 20.30, Piti, Bochi, Fer, Santi, Joel, Ale y Juan coparon el escenario y dieron comienzo a un recital impecable. Ningún problema de sonido fue capaz de opacar esta presentación.

“José”, “Almafuerte (Solo Dios)” y “Locura y Realidad” fueron los temas elegidos para iniciar una larga lista de 27 canciones, en donde se tocó el segundo disco completo, muchos temas de “Por Colectora” y, como ya es habitual, hubo una zapada con temas que aún andan dando vueltas por Internet como demos.

Por momentos, se notó que “el Piti” aún no está muy bien de la voz, pero su capacidad para llevar adelante el show fue superior. El público acompañó mucho las canciones y el cantante las interpretaba con gestos (como en el “dígalo con mímica”). Igualmente, a medida que el calor del show subía, la garganta se soltaba más y crecía a la par del recital.

Lo más mágico que consiguen Las Pastillas con su público es que muchos de los temas tranquilos de sus dos discos logran agitar y contagiar al público como si fueran “bien al palo”. Así pasaron durante las dos horas y media que duró la fiesta: “Resulta Imposible”, “Desde la postura”, “Historias”, “Cerveza”, “Peldaño”, “Recuerdos”, “Amar y envejecer” y “Viejo”.

Ya en la mitad del show, y como es una costumbre de la banda, llegó el momento de zapar. Primero, Piti agarró una guitarra y junto a Bochi tocaron “Esperandome”, tema que el abuelo del cantante le dedicó a la abuela (lo que lo hizo doblemente emotivo). Después, a voz y una sola acústica, interpretaron “Lo más lindo”. Y por último fue el turno de “Maldito y cortamambo”, que empezó como zapada y terminó como una sólida canción con toda la banda que se fue sumando de a poco en el escenario.

“Ya descansaron bastante, ¡vamos a saltar que sigue la fiesta!”. Así, el show continuó con 10 temas que acorde por acorde hicieron que todo termine bien arriba, pura alegría.

Párrafo aparte se merecen tres momentos de tres canciones. Primero, “Peldaño”; después, “Otra vuelta de tuerca”; y por último, “Skalipso”. Es que “el Piti” no se tiró una sola vez contra la gente, sino que lo hizo en tres oportunidades (con micrófono y todo). Una locura que los fanáticos pueden escuchar, sentir y tocar.

En cuanto al final, hay que decir que fue perfecto (aunque la perfección no exista, Las Pastillas estuvieron muy cerca). Sonaron ocho temas que en vez de agotar al público les daban más energía: “Lo + fino”, “Peldaño”, “Osiris”, “Por Colectora”, “La casada”, “Otra vuelta de tuerca”, “El cawboy” y “Skalipso” fueron la frutilla del postre (con crema y dulce de leche incluidos).

Después de todo esto es imposible pedirles un tema más. Solo queda aplaudir y marcharse con una sonrisa de oreja a oreja, no por escuchar a Dancing Mood, sino por escuchar a Las Pastillas del Abuelo.

Y todavía faltan cuatro fiestas más (si no agregan una séptima).