22.12.08

El Indio nuevamente hizo vibrar La Plata

El sábado 20 de diciembre de 2008 no era un día más, al menos para las decenas de miles de ricoteros que desde muy temprano empezaron a arribar a La Plata, donde Carlos "el Indio" Solari presentaría oficialmente "Porco Rex" en la ciudad de las diagonales y en el punto más cercano de la Capital en su gira.

Desde muy temprano una nueva misa empezó a hacerse oír por las inmediaciones platenses, con los típicos cantos, con una gran cantidad de micros que llegaron de todos los rincones del país (y también de otros países como Uruguay) y las banderas que adornaban la Avenida 32, esa que desemboca en el Estadio Ciudad de La Plata, lugar que a las 22.20 explotó con la aparición del "Indio".

Pero no nos adelantemos, ya que la tarde (muy calurosa) también tenía sus condimentos y la gente también formó parte de la fiesta, con sus autos con los parlantes a todo volumen con temas de Los Redondos y del Indio, con un grupo de personas tocando sus bombos y redoblantes y con cientos de banderas colgadas en los arboles de las inmediaciones del estadio.

Ahora sí, ya adentro del Único, la masa ricotera ingresó de a poco, y una hora antes que empiece el show la gente ya empezaba a delirar. Sin lugar a dudas, instantes antes que salga el cantante a escena el grito de la gente (que hizo que el estadio tiemble) le debe haber puesto la piel de gallina a más de uno.

Párrafo aparte se merece el número de personas que mencionaron algunos medios de prensa. Para nosotros, no había menos de 60 mil almas (y nos quedamos cortos) pero ustedes mismos pueden ver lo que fue la gran cantidad de público que había, y eso que en esta foto no se ve una popular más que estaba repleta y el resto del campo.

Cuando las luces se apagaron las bengalas (que alguno me tendrá que perdonar, pero en las condiciones que se realizó el show fueron un condimento extra y casi necesario para la gran fiesta) comenzaron a brillar en el cielo platense y con "Pedía siempre temas en la radio", el tema número uno de "Porco Rex", "El Indio" apareció en escena ante la emoción de muchísima gente que lo extrañaba.

Luego, el show continúo con otros dos temas de su segunda placa: "Ramas desnudas" (con Debora Dixon) y "Porco Rex", tema que no faltó el agite desde el campo. Hasta el momento (tan sólo tres canciones) ya se veía un recital con un sonido excelente y una muy buena puesta en escena con 4 pantallas a los costados del escenario (que fue ubicado delante de una de las plateas) y 3 más en el escenario.



El momento, que seguramente la mayoría estaba esperando, fue cuando comenzó el repertorio ricotero: "Me matan, limón" enganchada con "Divina TV Fürher" hizo explotar a las miles de almas presentes que con sus gritos hicieron escucharse en toda la ciudad de las diagonales. Con un "Indio" muy suelto (con una camisa naranja con todos "porcos") y una banda que suena increíble, llegó el momento del primer tema de su anterior disco: "Pabellón séptimo".

Estaba claro que el recital era la presentación del nuevo material y siguieron cuatro temas al hilo de "Porco Rex": "Bebamos de las copas lindas", "Y mientras tanto el sol se muere" (que puso muy meloso a gran parte del público), "Martínis y tafiroles" y "Vuelo a Sydney".

Al que les siguieron "El tesoro de los inocentes", "Sopa de lágrimas (para el pibe delete)" y "Te estás quedando sin balas de plata".
Todos temas para que la gente agite, pero también se relaje y escuche ya que todavía faltaba mucho show y la noche recién empezaba.



"Ella debe estar tan linda" y "Nadie es perfecto" enganchado con "Ñan Fri Frufi Fali Fru" nuevamente hicieron delirar la masa que a gritos pedían "que se vuelvan a juntar" y apenas terminaba un tema el "vamo´ los redo´" hacía temblar las tribunas del estadio. La fiesta (imperdible) estaba en su mejor momento, banderas y bengalas en el campo, todo el público saltando y gritando y mucha emoción en las caras de todos.

"To beef or not to beef" y "Por qué será que no me quiere Dios", este último contó con Martín Carrizo como invitado en la batería, dieron paso a un momento histórico para el rock nacional: Andrés Calamaro subió al escenario (recibido tibiamente por el público) y junto con "El Indio" interpretaron "Veneno Paciente".



Sin lugar a dudas, los dos cantantes mostraron mucho feeling arriba del escenario. Lamentablemente, no faltó alguno que arrojó algo al invitado por lo que Solari se enojó y mostró su bronca al decir que "a los músicos populares hay que respetarlos".

De todas maneras, Calamaro, a quien se lo notaba muy cómodo y agradecido, interpretó a dúo "Esa estrella era mi lujo" (un clásico de Los Redondos que sin dudas tuvo gran aceptación) y "El Salmón", tema de su autoría, pero con la música y ritmo de la versión de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado.



La despedida de Andrés si fue la correcta, ya que todo el público se enrojeció las palmas al aplaudir al "Salmón" que se estrechó con "El Indio" en un abrazo eterno.

El show debe continuar, y "Tatuaje" sirvió para bajar relajar el cuerpo para el final a todo trapo, y para casi completar los trece temas de "Porco Rex", ya que tan sólo faltaba "Flight 956".

El final estaba cada vez más cerca, pero el elegido para continuar fue un tema, creo, que perfecto para el momento de la noche: "Mariposa pontiac / El rock del país" (que tiene mucho que ver con esto que nosotros hacemos) mostró a todo el público de las tribunas bailando y a todo el campo agitando y moviendosé descontroladamente.

Le siguió otro gran éxito de Patricio Rey y Sus Redonditos de Ricota, y en este no se bailó, pero todas las gargantas quedaron más que coloradas. "Un ángel para tu soledad" erizó la piel de todos, aunque (a nuestra forma de ver) no fue nada comparado con el siguiente tema: cuando de la voz del "Indio" salió la frase "banderas en tu corazón..." decenas de bengalas se prendieron en el campo y las tribunas, la gente gritando a más no poder de la emoción y "Juguetes Perdidos" mostró que la escencia de Los Redondos todavía sigue intacta y que temas como ese perdurarán por siempre.



El final estaba cerca y la despedida era inevitable. El reloj ya superaba las dos horas y media de show y con "Flight 956" Solari completó los trece temas de "Porco Rex", para así presentar en forma completa el disco, sin dudas, con la mejor canción de su última placa. Lamentablemente, todo pareció transcurrir en un abrir y cerrar de ojos.

Y justamente, con "los ojos ciegos bien abiertos" y con las luces del estadio completamente encendidas, Carlos "El Indio" Solari se despidió de todo el público en un marco impresionante, una vez más, con "el pogo más grande del mundo".