4.4.10

Charly García volvió a ser un vicio más



Se alejó de los vicios malos que tenía y se volvió a convertir en uno sano para los amantes de la buena música y el rock nacional. Anoche, en su tercer Luna Park, Charly García confirmó su recuperación, tanto de salud como musical.

Sin tener una voz privilegiada, está cantando mucho mejor que en sus mejores épocas, y su oído privilegiado sigue intacto. Por eso, se puede afirmar que Charly sigue brillando.

El mítico estadio ubicado en Bouchard y Corrientes soportó el frío que invadió la noche porteña con el calor que se generó adentro, desde "Demoliendo hoteles" hasta "No toquen", el primer y último tema respectivamente de los 30 que sonaron.

Sobre el escenario del Luna se vio a un García descontracturado, como sabiendo que su regreso ya está consumado y no tiene que demostrarle nada a nadie, y vestido con un jean y saco negro. Una versión distinta del cantautor, lejos de la agresividad que lo caracterizaba, pero mucho más divertido (se hizo el Michael Jackson bailando a lo "Thriller").

Al recital no le faltó nada. "Canción para mi muerte", "Llorando en el espejo", "Eiti Leda", "Promesas sobre el bidet", "Rap del exilio", "No soy extraño", "Cerca de la revolución", "Filosofía barata y zapatos de goma", "Funky", "Rezo por vos", "Yendo de la cama al living", "El aguante", "Nos siguen pegando abajo", "Me siento mucho mejor", "No voy en tren" y "Vicios" fueron algunos de los tantos éxitos que tocó Charly García con su banda.

En el Luna Park no faltaron amigos invitados: Juanse, de Ratones Paranoicos, y Fabiana Cantilo se sumaron en "Mr. Jones o familia tipo americana" e "Inconsciente colectivo" respectivamente.

Obviamente, en el show tampoco faltaron los dos temas nuevos, los que por ahora flamean como banderas de este regreso de Charly: "Debería saber por qué" y "La medicina", que tuvo su estreno en el primer Luna.

"Yo soy un vicio más, en tu vida soy un vicio más". Sin dudas, Charly García se volvió a convertir en un sano vicio, del que se puede consumir y disfrutar sin riesgos.