2.3.09

“Jóvenes Pordioseros no murió, tuvo un hijo”



Así nos sugirió Cristian “Toti” Iglesias -medio en chiste, medio en serio- que titulemos esta entrevista. Buen personaje del rock argentino para analizar, con tantos adeptos como opositores.

El líder de Hijos del Oeste, que este jueves 5 de marzo estará tocando en Asbury Rock de Flores y allá por el 15 de agosto pisará el mismo barrio para subirse al escenario de El Teatro, nos habló de todo.

Podría decirse que es un músico que está más allá del bien y el mal, Toti responde sobre el presente, pasado y futuro de su pasión.

-¿Como te sentís con el nuevo disco de Hijos del Oeste después de haber dejado atrás a Jóvenes Pordioseros?
Me siento muy cómodo, porque no me desprendí del contacto que tenia con la gente que seguía a Jóvenes, entonces me hacen sentir que sigue todo igual. Ahora, con respecto a la banda, siento que nos falta el paso de que nuestras tías conozcan que es Hijos del Oeste. La gente del rocanrol ya sabe que se separo Jóvenes y que se armaron dos bandas. Lo demás es solo cuestión de tiempo, no se pueden acelerara algunas cosas, tienen que madurar.

-¿Hubo algún cambio drástico de un momento para el otro?
No, yo no siento ningún cambio. Ensayamos en el mismo lugar que antes con Jóvenes, me rodeo con la misma gente, no siento un cambio. Por ejemplo, tocamos en El Teatro de Flores y nos fue bien, y la verdad que yo esperaba la mitad de la gente que fue. La verdad, estoy muy agradecido.

-¿Cómo es un día de ensayo de Hijos?
Mira, yo quiero unificar lo que era Jóvenes con lo que es Hijos, incluso los ex Jóvenes cambiaron la onda y no hacen rocanrol, entonces quiero unificar un poco esta banda y seguir tocando los temas que tocaba con Jóvenes. Y así, la gente que viene al ensayo escucha temas de Jóvenes y siempre hay gente.

-¿Cómo toma la banda hacer temas de Jóvenes Pordioseros?
Los chicos no escuchaban a Jóvenes, entonces es como tocar temas nuevos. Pero Jóvenes tiene 50 canciones, entonces sino tenés los discos, todos los temas que te pueda presentar son nuevos. Ahora, estamos haciendo uno ahora que ni yo me la acordaba: “Hermano”, del disco “Sangre” de Jóvenes.

-¿Desde cuando te sentís músico?
Yo no se si me siento músico. Siento que soy un pibe que intenta expresar lo que me pasa en las letras, siempre digo la verdad de lo que me pasa en las canciones, por eso a veces soy muy repetitivo. Y la verdad es que tengo una vida que transcurre en el rock, la noche y los vicios. Yo intento ser un transmisor de sentimientos.

-¿Seguís pensando lo mismo de la música hoy que en el día de tu primer ensayo?
Sigo pensando lo mismo. Creo que no hay bandas de rocanrol, somos pocos los que quedamos. Entonces, trato de seguir siempre con la mía, yo soy capaz de romper toda mi casa escuchando un rocanrol.

-¿Es difícil vivir de la música?
Está difícil porque no hay movida y no hay plata, está difícil mantenerse. En estos últimos tres años empeoró un montón la situación económica del país.

-¿Te sentís más profesional ahora que cuando empezaste?
Cuando era pibe tenía que hacer todo, y por suerte ahora tengo gente que es especialista a mi alrededor que se encarga de eso. Ya no depende de mí, creo que cuando recién empezas tenés que ser mar profesional, ahora me puedo tomar una cerveza, subir al escenario y enchufar que va a estar todo perfecto.

-¿El profesionalismo le quita diversión a lo que haces?
Por ahí, la seguidilla de recitales de las bandas que tienen una lista de temas y que manejan cierta estructura, ellos por ahí se aburren. Nosotros no tenemos lista de temas, subimos al escenario y todos los recitales son distintos. Yo tengo la libertad con los chicos de arrancar una canción por como estoy ese día, agarro una guitarra y los chicos se enteran en ese momento al igual que el público qué tema vamos a tocar. Eso es una adrenalina que ya teníamos en Jóvenes. ¡No seguir una estructura mata!

-Volviendo a tu pasado ¿cómo fue la primera vez que te encontraste con el rock?
Yo tenía entre ocho y nueve años y escuché “Rocas Vivas”, de Miguel Mateos. Ese fue mi primer acercamiento. Al año siguiente, ya escuchaba los Rolling Stones por mis primos mayores, que se olvidaron un disco en mi casa y lo puse y me cambio la vida. Fui otro pibe a partir de ese momento, tendría 9 años. Después, se olvidaron un cassette pirata de Los Redondos y empecé a escucharlos también. Y de ahí, también descubrí a Ratones. Ya de adolescente quería tener mi banda y a los 15 armé Jóvenes con unos pibes que ni sabíamos tocar. Pasaron siete u ocho años hasta que llegó la famosa gira de la costa y toda la historia que se conoce.

-¿Cuál fue la primera banda que fuiste a ver a un recital?
No me acuerdo loco, siempre pienso eso. No se si Viejas Locas en el barrio, en el año ’92, o si ya había visto a Los Redondos en Obras. No se, tengo esa duda siempre.

-El año pasado nos contabas que estabas intentando dejar un poco los vicios para hacer mejores show. ¿Cómo estas ahora?
Siempre intentado, es algo que no se deja. Trato de no cachibachear, me parece que lo importante es que no me veas ahí tirado en la calle porque me pasé, se cuando retirarme.

-¿Sentís que tenés que dar una buena imagen para los jóvenes que te siguen?
Yo no puedo darle consejos a nadie. Quiero que la pasemos bien y cuando hay menores intento de cuidar lo que digo. Trato de que nada sea fuerte, porque para mí las cosas que son cotidianas para otra persona le pueden chocar mucho. Una vez me pasó, y la verdad que me sentí sucio.

-¿Pensás que en tu caso hubo un clic al ver tanta gente que te sigue?
Lo que pasa es que cuando empezamos tocábamos en cemento a las 4 de la mañana y podías decir cualquier cosa, porque la gente era del mismo ámbito. Hoy hay que cuidarse porque los menores escuchan rocanrol. Yo les cuento lo que me pasa, pero no quiere decir que está bien. No está bien intoxicarse, es una salida de problemas que uno tiene o simplemente porque a uno le gusta joder.

-¿Cómo recibió el publico a “Estalla”?
A mí me dicen que el disco les gusta y se está vendiendo bien, las canciones las cantan como si fueran las de Jóvenes. Antes había una brecha entre las dos bandas, ahora tocamos y cantan todo. Para mí es una continuación. ¡Jóvenes Pordioseros no murió sino que tuvo un hijo! La gente que venía hace ocho años a ver Jóvenes está acá, vienen a ver a Hijos con sus remeras de Jóvenes y me hacen notar que está todo bien. Siempre traté de ser coherente y no fallarle a la gente, pero igual no se puede estar bien con todos. Yo se que si soy sincero conmigo lo soy con ellos, y el tiempo es el mejor juez, porque cuando se separo Jóvenes dijeron un montón de cosas y el tiempo está demostrando lo contrario.

-¿Cuales son los planes para este 2009?
Creo que tenemos hasta octubre fechas para todos los fines de semana. La idea es tocar donde sea y también siempre que se pueda tocar gratis.

-¿Cómo ves el momento del rocanrol?
La verdad que no hay muchas bandas de rocanrol. Estamos nosotros, La 25, Ratones, después en los barrios hay, pero vos pones dos horas en un radio y no pasan nada. ¿Sabés lo que pasó estos últimos años? Aumentaron las entradas y la gente que va a escuchar rocanrol es de una clase social media para abajo, y esa gente quedó afuera porque no pueden pagar una entrada 60 pesos todos los fines de semana.

-¿Las industrias están matando al rocalrol?
No. Esto es una ruleta, va dando vueltas, a veces el rock barrial está arriba, después el reggae, el camdombe. Lo importante es mantener la esencia. ¡Hoy cualquier cheto se fuma un faso y escucha reggae y dice estoy reloco!

-¿De acá a un año como te imaginás?
Igual que hoy. A dónde lleguemos con Hijos, sea El Teatro o la luna, a mí no me saca el sueño. Vamos a estar sentados acá con la misma gente que viene siempre a los ensayos, somos todos amigos.

-Un mensaje para todos tus seguidores
El tiempo siempre habla y yo estoy reagradecido de que hayan ido a El Teatro, al conurbano y a las fechas gratis, les agradezco. Además, soy un bendecido y no me olvido de donde vengo. A veces flasheo, pero yo soy un bendecido, yo caminada por Avenida Rivadavia para pedir monedas y ahora puedo invitar a al gente a tomar una cervezas. Creo que la gente me ayuda un montón y quiero seguir manteniendo esto porque no quiero volver a pedir monedas.